Un fabricante de baterías de Corea del Sur dijo que cuadriplicará su inversión planificada en una nueva planta en Arizona para satisfacer la creciente demanda de los fabricantes de automóviles que intentan aumentar la producción de automóviles y camiones eléctricos.
LG Energy Solutions dijo que invertirá 5500 millones de dólares en la construcción de un complejo de fabricación cerca de Phoenix, donde planea producir baterías para vehículos eléctricos en 2025 y para sistemas de almacenamiento de energía el año siguiente.
LG dijo que su decisión estuvo motivada en parte por la Ley de Reducción de la Inflación, que se convirtió en ley en agosto e incluye incentivos federales para la venta y producción de vehículos eléctricos y baterías en Estados Unidos. Uno de los mayores fabricantes del mundo de baterías para automóviles eléctricos y dispositivos de almacenamiento de energía, los clientes de LG incluyen General Motors, Ford Motor, Honda y Tesla.
“Creemos que este es el movimiento correcto en el momento adecuado para permitir la transición de energía limpia en los EE. UU.”, dijo Youngsoo Kwon, director ejecutivo de la compañía, en un comunicado.
El anuncio representa la última inversión multimillonaria de las compañías de baterías y automóviles desde que el presidente Biden firmó la Ley de deflación.
El mes pasado, Ford dijo que construiría una fábrica de baterías de 3.500 millones de dólares en Michigan, donde utilizará la tecnología y los servicios proporcionados por el fabricante de baterías más grande del mundo, Contemporary Amperex Technology Company Limited de China, conocida como CATL. Ford también está construyendo plantas de baterías en Kentucky y Tennessee con otra empresa coreana, SK On.
En diciembre, el Departamento de Energía dijo que prestaría 2500 millones de dólares a Ultium Cells, una empresa conjunta propiedad de General Motors y LG, para construir fábricas de baterías en Ohio, Tennessee y Michigan. Honda y LG también están invirtiendo $3500 millones para construir conjuntamente una planta de baterías en Ohio.
Se espera que una ola de nuevas fábricas multiplique por diez la capacidad de producción de baterías en América del Norte entre 2021 y 2030, según un informe reciente del Laboratorio Nacional de Argonne.
Construir baterías en los Estados Unidos podría ayudar a reducir los precios de los vehículos eléctricos al reducir los costos de transporte y reducir la dependencia de China, que domina la cadena de suministro de baterías. Además, la administración Biden está tratando de fomentar la minería y el procesamiento nacionales de materias primas para baterías como el litio, así como acelerar la construcción de cargadores de vehículos eléctricos en las carreteras.